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Descubro ahora, con sorpresa y alborozo, este archivo con cantarcillos que fui anotando en un momento posterior a la publicación de ese libro en dos tomos que se publicó con el título de Cancionero Popular de la Mancha Conquense. Se trata de coplillas, principalmente, unas recogidas con el nombre del informante y otras en cambio apuntadas tal cual las escuché sin saber decir a ciencia cierta quién o quiénes tuvieron a bien dármelas a conocer sin saber seguramente que en el fondo me hacían un regalazo. Entre los nombres que sí aparecen está el de mi amigo José Mª Araque, al que tanto añoro y que nos dejó tan imprevisiblemente -como suele pasar cuando se va alguien al que quieres y aprecias-. Os las paso para que también vosotros seáis partícipes de su existencia.
Estos tres fueron los de José María:
Si quieres que te lo meta
al estilo Cataluña,
abre la boca sin dientes,
te meto el dedo sin uña.
[Tengo un cortijo con parras
y una guitarra agarena,
una tenaja con agua,
cuatro sillas y una estera
y un perro que de hambre ladra.]
Donde hubo candela
siempre rescoldo quedó,
viva mi novia bonita
viva quien la consiguió
al pie de esta cruz bendita.
Cantarcillo recogido en diciembre de 2008 (sin anotar la fuente):
Caracoles trae
Cantarcillo recogido en diciembre de 2008 (sin anotar la fuente):
la caracolera;
caracoles trae
metidos en la talega.
Vamos a comerlos,
vamos a comerlos:
para mí la carne,
para ti los cuernos.
Cantarcillos que tengo apuntados como de enero del año 2009 (sin especificar la fuente):
Una vez me jodistes
en las olivas;
ya no me jodes más
mientras que viva.
Cuando el almendro florece
y el pino se pone en savia,
buscad la novia, muchachos,
que están las mozas que rabian.
Si quieres saber quién son
los bus de las bovedillas
son las hijas de Talego,
la grande y la chiquitilla.
A una niña de quince años
yo le riego el perejil,
y si no me paga el daño
vi a llamar a un
albañil
para que le tape el caño.
A la puerta de un tonto
llegaron tres amigos:
uno se pasó dentro
...
Cuando ya ha devuelto
lo que ha querido
se lo sacan arrastra
los dos amigos.
Anoche, Juana,
te vi la punta del pie,
te vi la rodilla,
la pantorrilla y el rulapié.
Estos provienen de la memoria de Cristina Moya Villaseñor:
Eres el oro molido
metido en una redoma;
sólo te faltan las alas
para ser blanca paloma.
Parece tu barbilla
un argumento,
cucharón desechado
de algún convento.
Si te vas jaleando
porque eres alta,
para mula de coche
llevas la marcha.
Tengo una dalia sembrada
y con lágrimas la riego,
para cogerle una flor
para la novia que tengo.
Metida en un pozo estoy
con agua hasta la cintura.
Mi novio está con otra
y yo con tanta frescura.
Al hombre yo lo comparo
con un vaso de cristal,
que cuando se rompe uno
se pone otro en su lugar.
En Córdoba nacen toros,
en Sevilla, los toreros,
y en Pedroñeras nació
el chico que yo más quiero.
No te fíes de los hombres
aunque te digan “te quiero”,
que a la vuelta de la esquina
“si te he visto no me acuerdo”.
Sé que os lleva tu padre
a las fiestas de los pueblos.
Muy mal debe andar la venta
cuando ya viajan el género.
¿De qué me sirve llorar
y dar vueltas como loca,
si yo me muero por ti
y tú te mueres por otra?
Los siguientes fueron recogidos por por Lucía Pacheco y Ana Belén Pachecoen 2009, siendo la informante Pilar Hortelano Azabarte::
Las muchachas de este pueblo
se han comprado una romana
para pesarse tres veces,
tres veces a la semana.
A la pobre de mi suegra
no le deseo mal ninguno:
la cabeza entre las piernas
y un avispero en el culo.
La Tarara tiene
un mandil de saco:
por los agujeros
se le ve el burraco.
La Tarara tiene
una bicicleta,
y con tanto escote
se le ven las tetas.
Las mismas, recogieron de José Luis Moya estos otros:
Mi morena no es morena,
que no es morena de nadie;
el que quiera una morena
vaya a la sierra y la gane,
como yo he ganado a esta.
De los pies a la cabeza
eres un ramo de flores.
¡Bendita sea la madre
que por ti pasó dolores!
Dos olas salen del mar,
dos marineros las guían,
y yo, como bien te quiero,
te felicito este día.
El agua va por el río,
la sirena por el mar;
no hay mejor brindis en el mundo
que beber y no pagar.
Tienes unos ojillos
tan champichuscos
que nada de tu cara
me da más gusto.
¡Olé, morena!
Y si los dejas cerrados,
me causan pena.
Y las mismas, de Aurora Caballero Hortelano recogieron este otro:
Este vino es de Jerez,
hijo de la viña tuerta;
él que se quiere meter,
y yo que le abro la puerta.
También de Apolonio Pacheco Calvo apuntaron:
Con tiempo puse una viña
con dos mil primores.
Me obligó a labrarla
porque entraban los ladrones.
Entonces el ladrón dijo:
Es verdad que dentro estuve
y las pámpanas levanté,
y al ver las uvas tan bonitas
a las uvas no toqué.
Y estos los tengo apuntados sin año y sin el nombre del informante:
Calabacín,
calabazón;
este bichito
lo mato yo.
Eche usté y vamos
bebiendo
aguardiente y vino puro;
el agua para los bueyes,
que tienen el cuerno duro.
ÁCS
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